Estatus social: Es el que indica la posición social que un individuo
x ocupa dentro de una sociedad o de un grupo social. La posición que cada cual
ocupamos en una sociedad dependerá de varias cuestiones que interactúan entre
sí tal es el caso de contingencias de raza, culturales, económicas, entre las
más corrientes. Ahora bien, debemos aclarar que no siempre el estatus está en
relación al prestigio sino que se lo asocia mayormente con la cuestión
económica, por ejemplo una persona que es rica porque trafica droga ocupará un
estatus alto pero no será reconocido por su comunidad ni mucho menos en materia
social En tanto, los pobres disponen de un bajo estatus pero si puede que se dé
que ostenten un gran prestigio en la sociedad porque puede tratarse de una
persona que con su trabajo de escritor ha cosechado grandes logros y
reconocimientos. Pero claro, ello no lo coloca en lo económico en un lugar
preferencial. Los estatus normalmente los vamos atribuyendo las personas en
función de las cuestiones enunciadas, no es una persona la que se asume en tal
o cual estatus.
Clases del Estatus: En tanto, el estatus social presenta cuatro
tipos: estatus adscrito o asignado (es aquel que resulta de factores sociales
anteriores, tal es el caso de la raza, el género, la edad, el ciclo de vida, la
clase, la casta, entre otros), estatus adquirido (resulta de la asignación a un
individuo basándose en méritos, prestigio o en acciones, tal es el caso de
actores, músicos, científicos y también un padre, una madre, el jefe, es decir,
las posiciones que el individuo va adquiriendo a lo largo de su vida y no
proceden del nacimiento; este tipo lo determina la sociedad y es variable en el
tiempo), estatus objetivo (asignado por la sociedad, el grupo particular o la
cultura del individuo en cuestión y se adquiere cumpliendo algunos de los
criterios que lo han determinado: riqueza, ocupación, características físicas,
entre otros) y estatus subjetivo (aquel que el individuo cree poseer y que no
resulta de una concreta aprobación social o cultural).
Estatus Civil: El estatus
civil es la situación de las personas físicas determinada especialmente por las
relaciones de familia que ostenta, provenientes, ya sea del matrimonio o del
parentesco, y que determina ciertos deberes y derechos. Cada nación lleva un
registro público con los datos personales básicos de los ciudadanos entre los
que por supuesto figura el estatus civil. En tanto, los estados civiles más
corrientes, aunque pueden diferir de un estado a otro, son: soltero/a,
casado/a, viudo/a, divorciado/a, separado/a, unión libre. Cabe destacar, que
hay ordenamientos jurídicos que realizan distinciones en los estados civiles,
por ejemplo, hay comunidades que no aceptan el divorcio y hay otras que admiten
una condición intermedia entre el casado y divorciado, que es el separado de
hecho.

Clases: La división del trabajo, la diversidad de ocupaciones, la desigualdad de fortunas, las disposiciones y aptitudes naturales, la influencia del derecho de herencia; todos estos hechos y otros muchos del mismo género determinan en la sociedad civil diferentes categorías de personas. Entre todos los que, por elección o por nacimiento, pertenecen a la misma categoría, la semejanza de ocupaciones y de posición social engendra naturalmente una comunidad, si es que no una igualdad de intereses. De ahí cierta conformidad de ideas, de culturas y de maneras, de donde resulta un tipo común: la clase. Estas consideraciones nos permiten definir las clases sociales, diciendo que son las diferentes agregaciones de hombres, que ejercen la misma profesión o la misma industria o que se encuentran en una igual posición social, y por consiguiente, que tienen los mismos intereses. Por lo dicho, se ve el papel y la importancia de esas agrupaciones naturales. Lo que el individuo hace para la vida social, lo que da a la sociedad, lo hace y lo da ordinariamente por la clase a que pertenece. En realidad, la atmósfera en que cada cual vive y se mueve inmediatamente es donde encuentra su desarrollo y su perfeccionamiento intelectual y moral.En general, suele hacerse referencia indistintamente a la división social del espacio, la segregación urbana y la segregación residencial para referirse a un mismo fenómeno: la desigual distribución espacial en la ciudad de distintos grupos sociales, definidos sobre todo en términos de clase o estratos sociales, pertenencia étnica, características raciales y preferencias religiosas. Pero las poblaciones de las ciudades también tienden a distribuirse de modo desigual en el espacio urbano de acuerdo con otros rasgos de carácter sociodemográfico: tipos de hogar, distribución por género y por edades, etapas del ciclo vital familiar, entre otras. Existe segregación en sentido fuerte cuando la división social del espacio está acompañada de medidas coercitivas, como en el caso del apartheid en Sudáfrica y de los guetos judíos en Europa durante la preguerra, o cuando la división social del espacio es el resultado de la aplicación de políticas o prácticas de exclusión de ciertos grupos respecto de espacios específicos, es decir, cuando existen prácticas activas de segregación espacial. En general, segregación residencial y segregación urbana son entendidas como conceptos equivalentes. Por ejemplo, de acuerdo con Francisco Sabatini, Gonzalo Cáceres y Jorge Cerda, la segregación residencial es «el grado de proximidad espacial o de aglomeración territorial de las familias pertenecientes a un mismo grupo social, sea que este se defina en términos étnicos, etarios, de preferencias religiosas o socioeconómicos, entre otras posibilidades.

Poder designa la capacidad o la potestad para hacer algo, que significa ‘ser capaz’. Como tal, puede funcionar como sustantivo o como verbo. Como sustantivo, poder puede significar varias cosas: el dominio, imperio, facultad o jurisdicción que tiene alguien para ordenar algo: “El poder de decisión sobre asuntos de mi vida solo me conciernen a mí”; el gobierno de un país: “El PRI nuevamente se ha hecho con el poder en México”; el acto, instrumento o documento legal por medio del cual se transfiere a una persona la facultad para representar a otra y para para actuar en su nombre y lugar: “Le he concedido un poder a mi abogado”; la tenencia o posesión de algo: “La información está en su poder”; la fuerza, capacidad o posibilidad de alguien o algo: “Los empresarios tienen el poder para presionarnos”; la suprema potestad del Estado como órgano rector y coactivo en la vida de una nación: “El poder, bajo la figura del presidente, ya fijó su posición a este respecto”. Bajo el concepto de poderes públicos se agrupan, según las ciencias políticas, el conjunto de autoridades que ejercen el poder político en un Estado, dividido en poder ejecutivo, poder legislativo y poder judicial. Este concepto de división de poderes, surgido de acuerdo al modelo republicano, plantea la creación de poderes que mutuamente se controlen y limiten para sostener la estabilidad institucional del Estado. En este sentido, los poderes públicos poseen la potestad para ejercer de forma legítima las atribuciones que les confiere la constitución. Su objetivo, como tal, es asegurar la convivencia social mediante la implementación del orden a través de una autoridad pública. En algunos países, como Venezuela, el poder político incorpora, además de los tres mencionados arriba, el poder electoral y el poder moral en un formato que se ha dado en llamar como poder público nacional. El poder ejecutivo es aquel cuya función es gobernar el Estado y hacer cumplir las leyes. Como tal, es el responsable de la gestión del Estado, y su máximo representante es el presidente de la República, también conocido en otros sistemas democráticos como presidente del gobierno o primer ministro. De su autoridad, además, se derivan los ministerios, gabinetes o secretarías con funciones específicas dentro de la administración de las políticas públicas. Como poder judicial se denomina aquel que se encarga de la administración de la justicia en un Estado. Como tal, tiene la potestad para aplicar las normas jurídicas en la resolución de conflictos. Está conformado por órganos judiciales o jurisdiccionales, juzgados y tribunales facultados para impartir la justicia. El poder legislativo es aquel que tiene la facultad de redactar, reformar y aprobar las normas con rango de ley en un Estado. El poder legislativo está constituido, normalmente, por un grupo de representantes parlamentarios, elegidos democráticamente por los ciudadanos de un país, que se reúnen en una asamblea, parlamento o congreso.

Discriminación: La
discriminación, en términos generales, es una manera de ordenar y clasificar
otras entidades, por ejemplo, los animales, las fuentes de energía, las obras
de literatura, etc. El término discriminación es sinónimo de distinguir o
diferenciar. La causa de la discriminación se debe al temor y, por lo tanto,
rechazo a las personas que son diferentes. Esto se debe a la falta de educación
ignorando el hecho que existe una diversidad humana que debemos respetar. Una
actitud o una acción discriminatoria se caracteriza por la destrucción o el
incumplimiento de los derechos fundamentales del ser humano, perjudicando a un
individuo en su dimensión social, cultural, política o económica. La
discriminación lleva a consecuencias graves contra el bienestar social
generando intolerancia, violencia, racismo y xenofobia. La segregación y la
exclusión social son también resultados graves de la discriminación, y tienen
un impacto muy negativo en la sociedad. La discriminación es un trato
desfavorable o de inferioridad, de desprecio inmerecido hacia una persona, que
puede ser discriminada, es decir, separada o maltratada, tanto física como
mentalmente, impidiendo el ejercicio de sus derechos. Entre las personas que
son más propensas a sufrir de discriminación son los discapacitados, niños y
niñas, indígenas, embarazadas, no heterosexuales, LGBT, migrantes y refugiados.
En este sentido existen distintos tipos de discriminación, entre los que se
pueden mencionar los siguientes: Discriminación racial: por pertenecer a una
raza no predominante o debido a prejuicios asociados a determinada etnia,
Discriminación de género o sexual: debido a desigualdades de género o violencia
contra alguna orientación sexual, Discriminación por edad: especialmente
dirigidos a los niños y niñas que sufren por abusos de poder, Discriminación
por su nacionalidad o su origen: especialmente dirigidos a migrantes o
extranjeros de países que sufren de prejuicios, Discriminación religiosa:
debido a su credo, prácticas o costumbres religiosas, Discriminación política:
censura por sus ideas políticas, Discriminación por su situación o su posición
social: el trato desigual por condiciones de discapacidad o por clase social.


Manifestación Social: Las
manifestaciones del racismo, tanto en el ámbito regional como de los países en
particular, se dan de acuerdo al contexto histórico, el origen y los modelos de
nación, las características, historia de lucha y relaciones frente a las clases
nacionales dominantes de los pueblos involucrados. También inciden las formas
predominantes de rechazo, la segregación, el nivel de violencia psicofísica y
el exterminio físico - cultural practicado históricamente de manera
sistemática. Muchas veces, sin embargo, es un racismo diluido, basado en
atributos físicos, valores estéticos y de comportamientos, ubicaciones
geográficas y regionales. Se traduce en las leyes, las políticas públicas, las
normativas de entidades estatales y empresas privadas. Se reproduce en las
relaciones cotidianas entre cada uno de nosotros y nosotras y las
organizaciones en las que trabajamos y construimos. Se busca vendedora.
Señorita de buen aspecto. Requisitos para ser nacional nicaragüense: hablar
español. Si eres negra de la Costa Atlántica de Nicaragua, ¿cómo no vas a saber
cantar y bailar? En ese contexto, el aspecto de género es aún más grave. Las
mujeres indígenas y negras, enfrentamos brechas más grandes en todos los
campos. Si son jóvenes, la situación es peor. En otros casos, el modelo impuso
una jerarquía etnolingüística que nos ha mantenido separados no sólo como
pueblos indígenas, sino entre indígenas y comunidades afrodescendientes. Esa
situación ha impedido la articulación de luchas y ha incrementado nuestras
"vulnerabilidades" y brechas de equidad. Ese racismo institucional o
estructural, explica la ausencia total de sentimientos de responsabilidad de
otros sectores con el fenómeno del racismo y la discriminación racial. Los
privilegios están bien estructurados y sedimentados entre grupos raciales y de
género, así como entre grupos de edad. Estos privilegios apuntan a su
reproducción y ampliación.

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